Ya era primavera en la Meca, la temperatura superaba con creces los 20 grados y a penas faltaban un par de semanas para mayo del 570 d.C. Una mujer, Amina, recientemente enviudada, se hallaba en pleno parto. Al fin nació el tan esperado hijo de Abd Allah ibn Abd al-Muttalib que, como dictaba la profecía, se acabó convirtiendo en profeta: Mahoma.
Será criado en el desierto por Halímah al-Sa'díyah, nodriza que le inculcará los valores de la disciplina, el trabajo y la libertad.
Todo irá bien hasta que a los seis años quede completamente huérfano, momento en el que pasará a vivir con su tío, Abu Talib, haciendo de su primo, Alí, su hermano.
Pasarán los años y cuando Mahoma cumpla los 25, se desposará con Jadiya, una comerciante adinerada con la que adquirirá una buena posición social. Ella será su primera esposa, y tendrá un feliz y próspero matrimonio. La amaba tanto que denominó al 620 d.C, año de la muerte de Jadiya, el Año del Dolor.
Cuenta la tradición que desde el 610 d.C, Mahoma se retiraba a la gruta del monte Hira. En estos retiros y meditaciones se le comenzó a aparecer el arcángel San Gabriel, quien tras denominarle el mensajero de Dios, le mandará escribir todas y cada una de las revelaciones que le irá haciendo durante las próximas meditaciones. Estas podrán resumirse en 5:
Será criado en el desierto por Halímah al-Sa'díyah, nodriza que le inculcará los valores de la disciplina, el trabajo y la libertad.
Todo irá bien hasta que a los seis años quede completamente huérfano, momento en el que pasará a vivir con su tío, Abu Talib, haciendo de su primo, Alí, su hermano.
Pasarán los años y cuando Mahoma cumpla los 25, se desposará con Jadiya, una comerciante adinerada con la que adquirirá una buena posición social. Ella será su primera esposa, y tendrá un feliz y próspero matrimonio. La amaba tanto que denominó al 620 d.C, año de la muerte de Jadiya, el Año del Dolor.
Cuenta la tradición que desde el 610 d.C, Mahoma se retiraba a la gruta del monte Hira. En estos retiros y meditaciones se le comenzó a aparecer el arcángel San Gabriel, quien tras denominarle el mensajero de Dios, le mandará escribir todas y cada una de las revelaciones que le irá haciendo durante las próximas meditaciones. Estas podrán resumirse en 5:
- Existencia de un solo dios, Alá.
- Mahoma es el mensajero humano de Dios.
- El hombre se salva a través de la fe y de sus obras. Y existen cielo e infierno, recompensa y castigo.
- La fe posee para el islam una dimensión comunitaria. Se forma la idea de la yihad, que es el esfuerzo por aumentar la comunidad o llevar la revelación a otros pueblos.
- Solidaridad y generosidad entre los hombres es consecuencia de la dimensión comunitaria, donde se integra la idea de la limosna.
Mahoma comenzará a predicar el Corán y a ganar cada vez más adeptos, quienes compartirán la visión unitaria de dios. Pero esto resultará incómodo a los Mequíes con quienes entrarán en conflicto. Esto conducirá a la Hégira, una huída a la ciudad de Yatrib, a partir de ahora conocida como Medina. Le otorgará este nombre que hace referencia a ciudad en el sentido de comunidad, para autorepresentarse. En esta ciudad construirán el primer templo dedicado a Alá, que generará toda la tradición de recitar y memorizar esa revelación.
Mientras que reside en Medina, hasta el 630, se van a producir choques culturales armados con los grupos del entorno. En el 624 con la Batalla de Bard y en el 627, la Batalla del Foso (un grupo confederado que quieren acabar con el Islam asaltando Medina se enfrenta a Mahoma y sus hombres, cavan un foso para protegerse y de ahí el nombre de la Batalla). Finalmente se impone sobre estos grupos anti-islámicos. A partir de este momento, va a comenzar la etapa de presencia y desarrollo de la primera comunidad musulmana, raíz, foco y centro de la expansión del Islam.
Era el 632, Mahoma comenzó a tener fiebres y fuertes dolores de cabeza. Sentía debilidad y dolores pese a que sus mujeres y su hija, Fátima az-Zahra, trataban de mitigarlos. Hay teorías de que esta repentina dolencia pudo venir de un envenenamiento por parte de la población judía de Jáibar. La enfermedad no fue larga, pero sí terminal. Mahoma muere.
Este personaje es de vital relevancia para la Historia y la religión en partes iguales. Por un lado, para la muerte de Mahoma ya hay un control de la religión islámica y su control por la península Ibérica, Siria y Palestina, pero solo será el inicio. Llegarán a crear, con el paso de los siglos, un auténtico imperio (en el que hasta la península Ibérica formaba parte). Por otro lado, Mahoma es un profeta, jalón de la revelación que, pese a sus similitudes con las otras religiones del libro, incluye novedades como alabar a un solo dios sin copartícipes y una estructura social particular.
Ya era primavera en la Meca y el mundo aún no sabía el cambio que iba a comenzar.
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